Prueba de patógenos
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La RT-qPCR prueba detecta el genoma (ARN) del virus de la encefalosis equina (EEV).
Muestra
- 5 ml - sangre - tubo K3 EDTA
- 5mL - licor (LCR) - tubo estéril
Tiempo de respuesta
- 2 a 5 días hábiles
¿Qué es el virus de la encefalosis equina?
- La encefalosis equina (EE) es una enfermedad febril no contagiosa de los equinos transmitida por artrópodos.
- El virus causante, virus de la encefalosis equina (EEV), tiene varios serotipos (EEV1-EEV7) y el virus se ha informado en el sur de África, incluidos Kenia, Botswana y Sudáfrica.
Signos clínicos
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El nombre de encefalosis equina es engañoso ya que la enfermedad no es principalmente un trastorno neurológico. Aunque la mayoría de las infecciones solo dan como resultado signos clínicos leves, en los casos más graves, los signos clínicos incluyen un período breve (normalmente de dos a cinco días) de fiebre fluctuante, acompañado de diversos grados de inapetencia. Las frecuencias cardíaca y respiratoria elevadas también son comunes y, ocasionalmente, como resultado de la congestión nasal, se puede observar una decoloración marrón rojiza de las membranas mucosas.
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Aunque es raro, pueden presentarse signos clínicos más graves, como hinchazón facial (labios y párpados), dificultad respiratoria y hemorragias petequiales de las conjuntivas. Las yeguas preñadas también pueden abortar durante los primeros 5 meses de gestación.
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Los signos neurológicos son atípicos, pero en ciertos casos se han informado casos de ataxia en los cuartos traseros, convulsiones, hiperexcitabilidad y depresión. . La tasa de mortalidad normalmente es bajo, representando solo el 5% de los animales infectados.
Transmisión
- EEV es transmitido por Culicoides spp. Todos los équidos pueden estar infectados, pero solo los caballos presentan síntomas.
- Evidencias serológicas en países endémicos indican que cebras y burros podrían mantener la circulación de EEV; sin embargo, aún se desconoce su verdadero papel en la transmisión
Prevención
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En la gran mayoría de los casos (c. 90%) el animal se recuperará sin mayores complicaciones, pudiendo administrarse un ciclo de antiinflamatorios o estimulantes del apetito.
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Ocasionalmente, se prescriben antibióticos para prevenir la aparición de infecciones secundarias. Algunos équidos no muestran ningún signo clínico pero son biliares portadores. Aunque en este caso el animal no está en peligro inmediato, debe tratarse para evitar la reaparición del virus si el sistema inmunitario deba ser desafiado por otra enfermedad simultáneamente.
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Debido a la ausencia de una vacuna eficaz, el control de vectores sigue siendo uno de los principales métodos de prevención. El control de los mosquitos por lo general solo se promueve para los caballos domesticados en establos e incluye medidas de precaución como el uso limitado de luces por la noche, así como el uso de repelentes de moscas y ventiladores.